Terrorismo Terrestre en Santo Domingo y posibles soluciones

Todos los días mientras transito con destino a mi lugar de trabajo observo detenidamente las peculiaridades del tránsito en mi querido Santo Domingo; tránsito que, como ciudad principal y más poblada del país, imagino será el más complicado de todos.

Y es que tenemos una serie de representantes transitando en nuestras calles que pienso que en vez de nombrarlos choferes, choferas o transportistas podríamos tildarlos de terroristas. Si buscamos el término Terrorismo entre otras cosas significa….. persecución de la destrucción del orden establecido o la creación de un clima de terror e inseguridad susceptible de intimidar a los adversarios o a la población en general.

Y aunque es un significado de mucho peso y más para nuestros tiempos (Osama bin Laden, las FARC y demás), si observamos la manera de conducir de estos actores comunes de nuestro tránsito, la verdad que no encuentro palabra más correcta para definirlos. Vivimos en nuestras calles compartiendo con individuos que deciden que primeros ellos y después ellos y cualquier cosa al final: ellos. No hay mejor representante o líder de la agrupación que un guagüero de uno de los sindicatos existentes, éstos, con vehículos grandes de 25 pasajeros (aunque meten 50) que desarrollan velocidades de hasta 100km/h en un espacio de no más de 500 mts, no escatiman en molestarse siquiera al tirarte el vehículo encima para recoger un pasajero o para ganarle la competencia a otro de ellos mismos, sin importar si obstaculizan el medio, hasta que ellos terminen de vocear o que les dé la gana de volver a arrancar. Cuidado con osar en decirle algo al pitcher de la guagua, éste individuo, que normalmente es un criminal preparado para resolver al nivel que sea (trompadas, puñaladas, batazos, etc.) cualquier atrevimiento que un mortal se le ocurriera.

En el número dos situamos a los choferes de patana, que por su tamaño entienden que no deben de frenar, ni respetar luz alguna, mucho menos si es de noche… sin olvidar que nunca he escuchado que ningún camionero termine preso ( a 20 años) por pisar o destruir vehículos y con ellos las vidas de nosotros los infelices (el seguro siempre los cubre, hasta le sugieren si está herido, “devuélvete y asegúrate de que lo mataste”). He llegado a pensar que para ser un buen “patanero” debes tener en tu haber unos cuantos muertos; Y que más que su compañero fiel; el chofer de los camioncitos del infierno (los Daihatsu) con un frente de tanque y velocidad de Porsche que son los más temidos del medio.

El tercer líder de las sectas del infierno que debemos mencionar son los choferes de carros públicos, que aunque han bajado su liderazgo, ya que la mayoría están en guaguas, sufren del mismo mal junto a sus cómplices del horror “los taxistas”…estos últimos se van en vía contraria, violan luces ante la cara de impotencia de todos, y cuidado si tienes un accidente o diferencia con alguno del gremio, pues todos están armados y te guisan a tiros o a palos.

A este grupo anterior les siguen los motoconchistas, mensajeros y su último aliado, los deliverys… Ahí si no hay respeto alguno a las “Leyes de Tránsito” estos hasta cuando la policía tiene redada se les van, no hay AMET que pueda con ellos; qué pensar de alguno de nosotros que le lleven un retrovisor o le rallen el carro. Horror, de la totalidad de motoristas, menos de un 5% tiene licencia… Es del burro al motor directico.

Por último y el cual considero no menos peligroso y de última generación,, es un chofer de yipeta (a quien le sirva el sombrero que se lo ponga por imprudente); a esto se le agrega que sea de un militar o político; y si es la mujer de uno de estos últimos…Ohhh mi Dios, ahí si nos llevo quien nos trajo. De esto no hay mucho que abundar, yipeta preferiblemente la más grande, ya que la idea es poder imitar a los todo poderosos camioneros, por lo tanto todo lo que está a su alrededor no es más que mosca; y no cometa la osadía de discutirles, pq o se le pega un tiro, o cae en desgracia o preso….

Viendo todo el espectro del tránsito de mi ciudad y por ende de nuestro país, solo me cabe concluir que no somos más que un grupo de terroristas el cual cada quien hace lo que se le viene en gana.

Pero no todo está perdido; si partimos de las palabras célebres de Henry Ford cuando decía y cito: “Tanto si crees que puedes, como si crees que no puedes; estas en lo cierto” fin de la cita; y como yo soy de los que sí creo… Propongo las siguientes medidas para abolir-reducir estos males:

-Crear un sistema de verdadero control de permisos de licencia (no solo para recaudar fondos), organizado y que funcione en el cual garanticemos que tanto el chofer, conductor, pitcher de guagua, moto concho, delivery, etc. pase por un riguroso taller de aprendizaje de conducción vial antes de poder salir a manejar, que tengamos ejemplo de su historial y demás controles, es que hay muchísima gente que no está apta para manejar.

-Aplicar sanciones fuertes no sólo a los violadores de las Leyes de Tránsito, sino también a los gremios y dueños de guagua y camiones. Entiendo que sería factible incautárselos por tiempo definido y poner grandes multas; claro está no sin antes aplicar las mismas penas severas que dicen las leyes cuando alguien priva de la vida de alguna persona por otro medios (asesinato).

-Impondría y sacaría a la AMET del Poder Ejecutivo y la policía y la pondría como un organismo del Poder Judicial para con esto darle más poder a los mismos de detener y aplicar la Ley a cualquiera sin importar rango o nivel social. Pena que me da cuando los turpenes cometen una barrabasada y el pobre AMET comete la osadía de detenerlo y le sacan el carnet o tarjeta.

-Crearía un sistema de cancelación de licencia, "estilo los gringos Víctor Cesar", en el cual a la tercera infracción se le cancele la licencia por un año y hasta trabajos de limpieza en las calles como castigo por violar la ley tendrían que realizar (ya me imagino las calles limpiecitas que tendríamos de tanta gente barriendo).

-Por último ,y la medida más importante; a nosotros mismos, que seamos más pacientes, que si tenemos una cita importante sepamos salir temprano, que si ya salimos tarde, pues qué más da. Damas, ceder el paso no es un sacrilegio, y si estamos de último en la fila que sepamos esperar el turno y no nos queramos llevar y tratar de cruzar de primero, que amarillo es aguántese y frene – no acelere antes de que le cambie a rojo, y mucha paciencia!!!

Concluyo diciéndoles, que se puede!!! Se puede cambiar de un terrorismo terrestre a un tránsito terrestre y así tener una mejor ciudad con más seguridad en las calles y carreteras a la hora de conducir. Recuerda amigo, amiga mío que el cambio inicia por ti.